lunes, 17 de junio de 2013

La generación de los 60' : Los Hippies y la Contracultura

INTRODUCCIÓN:

Los Hippies fue un movimiento juvenil que tuvo lugar en los últimos años de la década de 1960 y que se caracterizó por la anarquía no violenta, la preocupación por el medio ambiente y el rechazo al materialismo occidental. Los hippies formaron una contracultura políticamente atrevida y antibelicista, y artísticamente prolífica en Estados Unidos y en Europa. Su estilo psicodélico y lleno de colorido estaba inspirado por drogas alucinógenas como el ácido lisérgico (LSD) y se plasmaba en la moda, en las artes gráficas y en la música de cantantes como Janis Joplin o de bandas como Love, Grateful Dead, Jefferson Airplane y Pink Floyd.


EL MOVIMIENTO HIPPIE:

En los últimos años de la década del ´60, comenzó un movimiento muy particular que fue conocido como “movimiento hippie”. Este movimiento, como decíamos anteriormente, se caracterizó por la anarquía no violenta, por la preocupación por el medio ambiente y por un rechazo general al materialismo occidental. Los hippies formaron una cultura contestataria y antibelicista.

Artísticamente fue un movimiento muy prolífero en todo el mundo. Su estilo fue la psicodelica y la multiplicidad de colores inspirados en la drogas alucinógenas de la época (LSD) y que se plasmaba en: moda, artes gráficas y sobre todo en la música, en cantantes como Janis Joplin y en bandas como Love, Grateful Dead, Jefferson Airplane y Pink Floyd por nombrar solo algunas; y en general en todos los ámbitos de la cultura.

En un principio el movimiento se generó en Estado Unidos para luego extenderse a Europa y a todo el mundo. El origen, fue una reacción a las profundas alteraciones que había producido la segunda guerra mundial, en la sociedad y en la cultura.

Luego de la segunda guerra mundial (1945), se habían generalizado las políticas económicas de orientación “keynesianas”, que se basaban en el impulso que el Estado (ver Estado de Bienestar) le daba a la demanda y a la organización del proceso productivo a través del “taylorismo” (organización racional y científica del trabajo) y el “fordismo” (organización del trabajo en cadena). Estas circunstancias, hicieron aumentar la productividad y a su vez abaratar costos, lo que permitió a los trabajadores, acceder al mercado de bienes de consumo durables (automóviles, electrodomésticos, etc.), como nunca antes en la historia.

Las clases medias y populares mejoraron notablemente en las condiciones de vida ayudadas por la intervención del llamado “estado de bienestar” que tenía en esta etapa una importancia preponderante. Además, el pleno empleo, el sistema de seguridad social asegurado por ese “estado de bienestar” y la transformación de algunos servicios que antes eran privados (sanidad, educación, transporte, etc) en públicos, permitió también una notable mejora en la mayoría de los trabajadores.

Estas mejoras económicas, provocó en la sociedad en general una aletargamiento y un adormecimiento en cuanto a los reclamos y las luchas obreras. Los jóvenes, a partir de la década del ´50, comenzaron a rechazar estas posiciones cómodas y burguesas. Además, se le sumó a estos conflictos, la intolerancia “macartista” en el plano interno y la guerra de Corea en el internacional.


Todas estas transformaciones en la sociedad, fueron incubando la protesta juvenil que vendría.

La década del ´60, en los Estados Unidos y en los países centrales, traería todavía aun más mejoras en lo económico. La producción industrial se incrementó durante este periodo, principalmente la industria alimenticia, junto con la producción de carbón, la metalurgia básica, los productos agrícolas y la gasolina. Comenzó así, una etapa de consumo de masas. Los electrodomésticos, el auto y el teléfono, pasaron a ser símbolos de status personal. En general, artículos que eran privativos de minorías, pasaron a ser consumidos por una gran cantidad de personas al abaratarse notablemente sus costos.

Otro síntoma de los cambios de la época, fue la significativa explosión demográfica y la fuerte crisis que sufrió la institución “familia”. La misma, dejó de ser el núcleo de contención afectiva que siempre fue, debido a un cambio de valores en la sociedad.

Dos grandes movimientos también cobraron fuerte impulso en la década del ´60: uno era el “liberación femenina” y el otro el de la lucha contra la discriminación étnica.

En ese marco, en esta década, muchos jóvenes comenzaron a ensayar experiencias no convencionales. Consideraban mediocre y aburrido el mundo “burgués” e iniciaron una búsqueda hacia una vida espiritual y en contacto con la naturaleza. A toda esta búsqueda e iniciativas de los jóvenes, se la comenzó a conocer como “movimiento hippie”.


Al “movimiento hippie” no le interesaba cambiar la sociedad, sino que lo que pretendían era cambiar la sociedad en forma íntegra. Además de los cambios en la familia y la rebelión juvenil, se sumaba la denominada “revolución sexual”. Ésta última, ocurría acompañada de las grandes transformaciones en las conductas sociales, que se trasladaron también al ámbito privado. La aparición de las píldoras anticonceptivas y su difusión masiva, también influyeron en los cambios producidos en el nivel social.


Los “hippies”, tomaron como actitud contestataria, retirarse de la sociedad a la que condenaban por actitud cómoda y conservadora. Comenzaron, entonces, a reunirse en comunas, constituidas como organizaciones libres y sin jerarquías, en total contraposición de lo que pasaba en la sociedad burguesa. Las reuniones de los hippies se volvieron cada vez más conocidas, pero la que quedó instalada en la memoria, fue el festival de “Woodstock” en 1969, en el cual se reunieron durante tres días, medio millón de jóvenes. Además, el movimiento hippie encontró en el rock, un modo de expresión inigualable, sus valores básicos fueron la tolerancia y el amor. La guerra de Vietnam, fue también un hecho clave, que mostró al movimiento en total oposición al conflicto bélico, su gran inconformismo se manifestó en diversas movilizaciones en contra de la guerra y de todo tipo de violencia.



Estilo y comportamiento:



El icono hippie suele caracterizarse con un hombre de pelo largo y barba mucho más larga que lo considerado “normal” para la época. Ambos sexos tendían a dejarse el pelo largo y de imitar el estilo afroamericano.

La mayoría de la sociedad de la época, consideraba estos “pelos largos” como una ofensa, o como sinónimo de suciedad, o cosa de mujeres.

El hecho de usar el cabello largo, para ambos sexos y su forma particular de vestir, actuaba como una señal de pertenencia y una muestra de su actitud contestataria y contracultural.

Otras características asociadas a ellos fueron:

- Ropas de colores brillantes.

- Ropas desteñidas.

- Camisas largas, polleras largas, pantalones con botamanga tipo “pata de elefante”.

- Ropas indias o africanas.

- Símbolos como la flor o dibujos de los aborígenes americanos..

- Muchos se confeccionaban su propia ropa como protesta ante la cultura consumista.

- Uso de incienso y recuperación de los valores naturales de las plantas.

- Se reunían a tocar o componer música en fiestas al aire libreo en casas de amigos.

- Vida en comunas.

- San Francisco, California era la principal ciudad de encuentro para los hippies.

- Tolerancia hacia la homosexualidad y la bisexualidad.

- Amor libre: traducido en un rechazo a la institución del matrimonio y una conducta sexual contraria a las imposiciones de las Iglesias o el Estado, que eran vistas como intromisiones a la vida personal.

- Uso de drogas: marihuana, hachís, alucinógenos como el LSD, etc.



El entonces presidente Ronald Reagan definió al hippie como "un tío con el pelo como Tarzán, que camina como Jane y que huele como Chita".


Festival de Woodstock:

Fue el acontecimiento emblemático del movimiento juvenil y si queremos representar cómo fue la década del ´60, seguro que recurriremos a ese festival. Desafiante, inocente, optimista y tolerante, todo eso a la vez y muchas cosas más se pueden decir del mismo. Celebrado en una granja del estado de Nueva York del 15 al 17 de agosto de 1969. Durante tres días, a pesar de las lluvias, el barro y las instalaciones insuficientes, más de 400.000 jóvenes se abarrotaron en un encuentro que pasaría a la historia.

Joan Baez; Crosby, Stills, Nash y Young; The Who; Janis Joplin; Jimi Hendrix; Sly and the Family Stone; Jefferson Airplane y Santana, son solo algunos de los músicos que actuaron en el festival que había sido anunciado como “tres días de paz y amor”.

Estudiantes, fumadores de marihuana, residentes en comunas, profesores y hippies, en general, acudieron a la cita que fue catalogada como “una reunión de todas las tribus”, creando una de las leyendas que quedaría viva por siempre en la cultura musical y roquera.



Vamos a intentar analizar lo más objetivamente posible a esta
generación, con el fin de tratar de entender el movimiento denominado: “la
revolución sexual”, sus antecedentes y su verdadera razón de ser.
Históricamente se demuestra que los movimientos socio-políticos no aparecen
espontáneamente ni por capricho de los líderes, en virtud de que obedecen a
razones y realidades que van germinando progresivamente hasta que se
manifiestan tal cual son.


Empecemos por reconocer que la segunda guerra mundial, transformó a
los USA en una superpotencia, al pasar de ser una nación deudora, a ser la
nación acreedora por excelencia. La década del 50, afianzó el poderío
económico y político del norte-americano, hasta el punto de que la clase media
económicamente se afianzó, en virtud del acceso al sistema crediticio. El
capitalismo para fomentar el consumismo, echó mano de los ingresos futuros. El
“boom” económico, acompañado de los logros en el campo tecnológico, permitió
que en cada casa se adquirieran electrodomésticos y otros enseres que
facilitaron enormemente las labores del hogar. Esto permitió que, en la década
de los 60, a los adolescentes se les permitiera poseer un carro y con ello
gozaban de una independencia de movimiento, como nunca antes, en virtud de
que los padres disponían de un poder adquisitivo mayor. El adolescente lo veía
todo fácil y en el hogar se pasó, de una educación con carácter restrictivo, a una
educación permisiva. La juventud se pensaba que se merecían todo cuanto
tenían, cuando en realidad, ellos no habían hecho nada para conseguirlo. Esta
“mala crianza”, producto de la sobreabundancia, condujo a la degeneración en el
aspecto moral de la sociedad. Muchos padres, en lugar de contrarrestar esta
influencia y controlar la situación, se unieron en el liberalismo de sus hijos.
Por otro lado, esta generación se desarrolló en medio de un marcado
caos social imperante, en virtud de la convergencia de varias crisis importantes
en USA. Por ejemplo, la guerra de Vietnam; la insurgencia civil negra pacífica,
liderada por Marin Luter King y la violenta por las panteras negras, encabezada
por Huey P. Newton y Bobby Seale; el asesinato, en Dallas, del presidente John
F. Kennedy; el asesinato del aspirante a la presidencia Robert Kennedy; el
asesinato del reverendo Martin Luther King; La enorme influencia e injerencia
ejercida, mediante chantaje, en las decisiones de gobierno por John Edgar
Hoover, como director del F.B.I. por 48 años; la crisis de los misiles atómicos en
Cuba; la guerra fría, con la posibilidad de un holocausto nuclear; la expansión
comunista en varias partes del mundo; etc. Todo ello creó, en la psiquis
estadounidense, una gran sensación de inestabilidad socio-política, sin
precedentes, en su corta historia.
La contracultura o el movimiento Hippie representó una nueva era, en la
cual el liberalismo, fundamentado en el humanismo secular derivado de la teoría
de la evolución; los movimientos estudiantiles de izquierda, apoyados por el
sector docente, y el Rock’n Roll, jugaron un papel importantísimo, sobre todo,
este último, de la mano de interpretes como Bill Halley, Elvis Presley, los Rolling
Stones, los Beattles, Little Richard, etc. A mi modo de ver, la violencia social
encontró eco o expresión en la música. Un evento que caracterizó al movimiento
Hippie, en particular, fue la feria de arte y música celebrada en Woodstock, en el
1969, en la cual se congregaron 450,000 personas, al aire libre. Durante cuatro
días, el lugar se convirtió en una mini-nación, en términos de desenfreno moral o
hedonismo, es decir, sexo libre y en grupo y drogadicción. A esto hay que
añadirle los partos y abortos públicos, las heces fecales por doquier, en función
de la falta de sanitarios públicos; etc. El evento causó tal relieve, a través de
toda la nación, que las autoridades decidieron que nunca más permitirían otro
evento de esta índole.
La violencia engendra violencia y el que, a hierro mata, a hierro muere.
Los valores religiosos tradicionales se vieron incapaces de poder hacer frente a
una juventud desenfrenada que consideraba las tradiciones como algo del
pasado, sin relevancia para ellos en el presente. Los eslóganes: “…hagan paz y
sexo, no la guerra…”, contrastaban con la violencia social. Los Hippies
pretendieron cortar de raíz con todo lo que representaba la cultura y de ahí el
término de contra-cultura. No se preocuparon de ofrecer una alternativa sino que
se constituyeron en una reacción emocional al sistema establecido. Parecía
como que la civilización en USA había alcanzado el punto de colapso social. Fue
un movimiento parecido al renacentista aunque sin alternativas para mejorar el
estatus quo imperante. Expresaron un estado de desesperación ante un
gobierno totalmente insensible a ellos. Tengamos en cuenta que la juventud se
veía obligada a ir a la guerra en Vietnam so pena de ir a la cárcel si objetaba. En
definitiva, la elite en el poder demostró no estar a la altura de sus
responsabilidades y cuando la mente falla, el cuerpo falla.



Nota:

Si se me permite, quisiera hacer cierta analogía entre el caos
existente hoy, en el 2007, y el de la generación de los 60. La guerra de Irak, el
“outsourcing” o transferencia de puestos de trabajo al exterior; el cierre de las
industrias norte-americanas; la clase media, cada vez más estrujada entre la
clase rica y la pobre; la corrupción a todos los niveles de gobierno, desde la
administración en el poder hasta la más simple corporación; el mercantilismo del
sistema judicial; la crisis de la salud pública; la falta de paridad entre el costo de
una casa y el salario; la crisis de la educación; el descontrol en la inmigración; el
creciente costo de la vida, ante el estancamiento de los salarios; la politización y
falta de capacitación de los directivos del mundo corporativo; son algunos de los
numerosos males de nuestra época y tienen el potencial de conducir al
desequilibrio psíquico de la sociedad, con el consiguiente caos que se vivió en la
generación de los 60.
Es esencial que el capitalismo se someta a los valores
espirituales para evitar la crisis que se avecina.

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