John y Yoko, la Entrevista de Playboy
Por David Sheff
Una conversación cándida con la recluida pareja sobre sus años de
relación y sus sorprendentemente francos puntos de vista sobre la vida
con y sin The Beatles.
Describir la turbulenta historia de The Beatles o las marcas
musicales y culturales establecidas por John Lennon sería un ejercicio
de lo obvio. Mucho del mundo sabe que Lennon fue el espíritu guía de
The Beatles, el grupo que aportó las influencias más populares y
profundas de la década de los sesenta antes de terminar amargamente en
1970. Algunos seguidores culparon del rompimiento a Yoko Ono, la
segunda esposa de John nacida en Japón, de quién se dijo ejerció una
influencia desproporcionado sobre Lennon y con el cual ha colaborado
durante los setentas.
En 1975 los Lennon se volvieron inaccesibles para la prensa y
aunque ha habido mucha especulación en los medios impresos, emergieron
para disipar los rumores -y para lanzar un nuevo álbum- sólo hace un
par de meses. Los Lennon decidieron hablar con Playboy en la entrevista
más larga que habían dado. El escritor freelance, David Sheff, fue
asignado a esta tarea y cuando él y el editor de Playboy se reunieron
con Ono para discutir las condiciones de la entrevista, Ono dijo: "La
gente como Carter representa sólo a su país. John y yo representamos al
mundo". Sin embargo, al momento de concluir la entrevista, varias
semanas después, Ono ya se había unido al proyecto con entusiasmo. A
continuación se presenta el reporte de Sheff:
"Había una gran posibilidad de que esta entrevista nunca se
realizara. Cuando mis contactos con la organización Lennon-Ono
empezaron, uno de los asistentes de Ono me habló y me preguntó de
manera seria: "¿Cuál es tu signo?". Aparentemente, la entrevista
dependía de la interpretación de Yoko de mi horóscopo así como muchas
de las decisiones comerciales de los Lennon dependieron de las
estrellas. Ya me estaba imaginando, explicándole el editor de Playboy:
"Lo siento, pero mi luna está en Escorpión, la entrevista fue
cancelada". Claramente, estaba fuera de mi control. Así que di mis
datos: "Diciembre 23, 3 p.m., Boston". Gracias a mi buena estrella. La
llamada entró y la entrevista estaba tentativamente aceptada. Y pronto
me encontré en Nueva York, pasando a través de las rejas siniestras y
de numerosos puntos de chequeo en el edificio de los Lennon, el famoso
edificio de departamentos Dakota en la parte oeste de Central Park, en
donde la pareja habita y en donde Yoko Ono inicia sus labores a las
8:00 en punto, cada mañana".
Ono es una de las mujeres más mal entendidas de la vida pública. Su
imagen misteriosa se basa en recuentos verdaderos y falsos sobre sus
filosofías y sus declaraciones de arte y en el hecho de que nunca
sonríe. También se basa, tal vez injustamente, en el resentimiento que
tiene sobre la imagen de hechicera/Svengalí (1) que controla la
existencia total de John Lennon. Esta imagen ha permanecido en el
tiempo, desde que ella y John se conocieron, básicamente porque ella ha
decidido no modificarla -ni ha decidido sonreir-. Así que me quité los
zapatos antes de caminar sobre su frágil alfombra -esas fueron las
instrucciones- y me pregunté cuál sería la siguiente prueba.
Entre interrupciones por parte de sus dos asistentes hombres que
estaban ocupados en monitorear un flujo de llamadas telefónicas, Yoko
me permitió saber la razón. Finalmente me explicó por qué las estrellas
habían dicho que era correcto, de hecho, muy correcto. ¿Y quién era yo
para discutirlo? Así que el día siguiente me encontré a mí mismo
sentado enfrente de dos tazas de capuchino y viendo a John Lennon.
Lennon, todavía con los ojos adormilados por falta de sueño y con
aspecto desaliñado por no haberse rasurado, espero al café para iniciar
un sistema que originalmente es usado para acompañar el sushi y el
sashimi -"peces muertos", como les dice-, junto con cigarrillos
franceses y barras de chocolate Hershey con almendras.
Durante la primera hora de la entrevista, Lennon hizo que olvidara
todas mis ideas preconcebidas de él. Fue mucho más abierto y cándido de
lo que yo tenía derecho a esperar. Estaba preparado, una vez que Yoko
había dado la autorización, para hablar de manera franca de todo. Fue
más bien una explosión. Si sus sesiones de terapia de gritos primarios
fue su punto de alivio emocional e intelectual hace 10 años, esta
entrevista era su descarga más reciente. Después de una semana de
conversaciones con Lennon y Ono de manera individual y en conjunto,
habíamos establecido algún tipo de compenetración, que fue confirmada
muy temprano una mañana.
"John quiere saber qué tan rápido puedes reunirte con él en el
departamento", anunció la ya familiar voz del asistente de Lennon-Ono.
Fue un viaje corto en taxi y al llegar me dijo. "Un tipo quiere
entregarme un citatorio y yo no quiero saber de eso hoy. ¿Me ayudarás a
perderme?". Nos subimos a su limosina y nos dirigimos al estudio de
grabación tres horas antes de que Lennon estuviera programado para
llegar. Lennon le dijo a su chofer que bajara la velocidad al
aproximarnos al estudio y me pidió que saliera primero y me asegurara
que el camino era seguro. "Si alguien viene con papeles, despídelo",
dijo, "Siempre y cuando no me toquen, está bien". Antes de salir del
coche, Lennon señaló a un pordiosero que dormía junto a la pared del
estudio. "Podría ser él", advirtió, "son unos maestros del disfraz".
Lennon se encaminó rápidamente al elevador jalándome con él. Cuando las
puertas del elevador finalmente se cerraron, suspiró nerviosamente y de
alguna manera lo absurdo de la mañana tomó consciencia en él. Empezó a
reír. "Me siento como si estuviera en la época de 'A Hard Day's Night"
o 'Help!'", dijo.
Mientras la entrevista fue progresando, la relación complicada y
malentendida entre Lennon y Ono emergió como el factor primario en la
vida de ambos. "¿Por qué la gente no nos cree cuando decimos que
estamos simplemente enamorados?", pregunto John. El enigma llamado Yoko
Ono se volvió accesible cuando la dura capa exterior se rompió -como lo
fue en la mañana en la que le dio hipo a la mitad de un discurso
profundo sobre el capitalismo-. Confundida por el hipo, Ono se rió. Con
esa risa se volvió vulnerable y tierna y tímida -para nada la criatura
que vino del Oriente para lavarle el cerebro a John Lennon-.
Ono nació en 1933 en Tokio, en donde sus padres eran banqueros y
gente de la alta sociedad. En 1951 su familia se mudó a Scarsdale, New
York. Fue alumna del Sarah Lawrence College. En 1975, Yoko se casó por
primera vez, con Toshi Ichiyanagi, un músico. Se divorciaron en 1964 y
en ese mismo año se volvió a casar, esta vez con Tony Cox, el padre de
su hija Kyoko. Ella y Cox se divorciaron en 1967, dos años antes de que
se casara con Lennon.
La otra mitad de la pareja Lennon nació en octubre de 1940. Su
padre abandonó el hogar antes de que John naciera para volverse un
marino y su madre, incapaz de hacerse cargo del niño, se lo entregó a
sus tíos cuando él tenía cuatro años y medio. Vivían a varias cuadras
de distancia de su madre en Liverpool, Inglaterra. Lennon, que fue a
escuelas privadas de Liverpool, conoció a un chico llamado Paul
McCartney en 1957 en el Festival de la Parroquia Woolton, en Liverpool.
El año siguiente ambos iniciaron su primera banda, The Nurk Twins.
En 1958, John formó The Quarrymen, nombre que aludía al de su
escuela preparatoria. Le pidió a Paul que se uniera a la banda y aceptó
hacerle una audición al amigo de Paul, George Harrison. En 1959, The
Quarrymen se separaron pero después se reagruparon como Johnny And The
Moondogs y después The Silver Beatles. Tocaron en clubes, musicalizando
los actos de las desnudistas y pudieron ingresar al Cavern Club de
Liverpool. Pete Best entró como baterista y The Silver Beatles
partieron de Inglaterra a Hamburgo en donde se convirtieron en donde
tocaban ocho horas continuas en el Indra Club. The Silver Beatles se
convirtieron en The Beatles y, para 1960, cuando regresaron a
Inglaterra, la banda se había convertido en el tema de conversación de
Liverpool.
En 1962, John se casó con Cynthia Powell y la pareja tuvo un hijo,
Julian. John y Cynthia se divorciaron en 1968. Después, en 1962,
Richard Starkey -o Ringo Starr- reemplazó a Best como el baterista de
The Beatles y el resto -como Lennon lo dice frencuentemente y de manera
sarcástica- fue historia del pop".
Playboy: El rumor está en pleno: John Lennon y Yoko Ono están de
regreso en el estudio, grabando de nuevo y por primera vez desde 1975,
cuando desaparecieron de la vida pública. Empecemos contigo, John, ¿qué
has estado haciendo?
Lennon: He estado horneando pan y cuidando al bebé.
Playboy: ¿Con que proyectos secretos escondidos?
Lennon: Eso es lo que todos me han preguntado en los últimos años.
"Pero, ¿qué mas has hecho?". A lo cual yo contesto: "¿Bromeas?". Porque
el pan y los bebés, como lo sabe cualquier ama de casa, son un trabajo
de tiempo completo. Después de preparar el pan siento que he
conquistado algo. Pero mientras veo que se comen el pan, me pregunto
por qué no me premiaron con un disco de oro o me hicieron caballero o
algo.
Playboy: ¿Por qué te volviste un amo de casa?
Lennon: Fueron muchas razones. Había estado bajo obligación o
contrato desde que tenía 22 años y hasta después de cumplir 30. Después
de esos años, eso era todo lo que conocía. No era libre. Estaba
enjaulado. Mi contrato era la manifestación física de estar en prisión.
Fue más importante encararme a mí mismo y encarar la realidad que
continuar una vida de rock 'n' roll -- y seguir bajo los caprichos de
tus actuaciones o de lo que el público opina de ti. El rock 'n' roll
dejó de ser divertido. Decidí no tomar las opciones estándar de este
negocio -ir a Las Vegas y cantar tus éxitos, si tienes suerte, o ir al
infierno, que es a donde Elvis se fue-.
Ono: John era como un artista que es muy bueno dibujando círculos.
Se mantiene en eso y se convierte en su propio sello. Tiene una galería
para promoverlo. Y el año siguiente, hará triángulos o algo así. No
refleja su vida de ninguna manera. Cuando haces lo mismo por 10 años,
obtienes un premio por haberlo hecho.
Lennon: Obtienes el gran premio cuando te da cáncer y has estado
dibujando círculos y triángulos por 10 años. Me había convertido en un
artesano y podría haber continuado siendo un artesano. Respeto a los
artesanos, pero no me interesa convertirme en uno de ellos.
Ono: Sólo para probar que no puedes ir prodigando las cosas.
Playboy: Están hablando de discos, claro.
Lennon: Claro, sacarlos en serie porque eso se esperaba de mí,
porque mucha gente saca álbumes cada seis meses porque se supone que
deben hacerlo.
Playboy: ¿Se refieren a Paul McCartney?
Lennon: No sólo a Paul. Pero yo había perdido la libertad inicial
del artista al volverme un esclavo de la imagen que supone lo que el
artista debe hacer. Muchos artistas se matan debido a eso, ya sea a
través de la bebida, como Dylan Thomas o a través de la locura, como
Van Gogh, o a través de enfermedades venéreas, como Gauguin.
Playboy: La mayoría de las personas hubieran seguido sacando el producto. ¿Cómo pudiste vislumbrar la salida?
Lennon: La mayoría de las personas no viven con Yoko Ono.
Playboy: ¿Y eso qué significa?
Lennon: La mayoría de las personas no tiene una compañera que les
diga la verdad y que rehuse vivir con un artista mierda, en lo cual soy
bastante bueno. Puedo estropearme y estropear a todos a mi alrededor.
Yoko: esa es mi respuesta.
Playboy: ¿Qué hizo por ti?
Lennon: Me enseñó la posibilidad de una alternativa. "No tienes que
hacer esto". "¿De veras? ¿No tengo que hacerlo?
Pero--pero--pero--pero...". Claro que no fue así de simple y no lo
entendí en una noche. Se necesito de un refuerzo constante. Salirse es
mucho más difícil que continuar. He hecho ambos. Con base a las
exigencias y a los calendarios entregué discos de 1962 a 1975. Salirme
me parecía más para alguien de 65 años, cuando ya se supone que no
deben existir y se les envía fuera de sus oficinas (toca tres veces en
el escritorio con los nudillos): "Tu vida ha terminado. Es tiempo de
jugar golf".
Playboy: Yoko, ¿cómo te sentiste cuando John se convirtió en un amo de casa?
Ono: Cuando John y yo salíamos, la gente se acercaba y preguntaba:
"John, ¿que estás haciendo ahora?" pero nunca me preguntaban a mí
porque, como mujer, no se supone que haga algo.
Lennon: Mientras yo limpiaba los desechos del gato y alimentaba a
Sean, ella se sentaba en cuartos llenos de humo con tres hombres
vestidos con trajes de tres piezas que no podían abotonar.
Ono: Yo manejé el negocio: los antiguos negocios -Apple, Maclen (la
compañía de grabación y publicación de The Beatles, respectivamente)
así como las nuevas inversiones-.
Lennon: Tuvimos que enfrentarnos a los negocios. Este era otro caso
en el cual o le pedíamos a alguien que viniera a resolvernos los
negocios o lo hacíamos nosotros. Los abogados ganaban un cuarto de
millón de dólares por año sólo por sentarse en una mesa y comer salmón
en el Hotel Plaza. Muchos de ellos ni siquiera se veían interesados en
resolver los problemas. Cada abogado tenía un abogado. Cada Beatle
tenía a cuatro o cinco personas trabajando. Así que sentimos que
teníamos que ocuparnos de esa parte del negocio y manejarla antes de
empezar a manejar nuestra propia vida. Y el único de los dos que tenía
el talento o la habilidad de manejarlos a ese nivel era Yoko.
Playboy: ¿Tenías experiencia en asuntos comerciales de esas proporciones?
Ono: Aprendí. La ley ya no es un misterio para mí. Los políticos no
son un misterio para mí. Ya no me siento asustada por el sistema. Al
principio, mi propio contador y mi propio abogado no podían manejar el
hecho de que yo les decía qué hacer.
Lennon: Existía una actitud respecto a que esta es la esposa de
John, pero por supuesto, ella no puede estar realmente representándolo.
Ono: Un abogado le enviaba cartas a los directores pero en vez de
enviármelas a mí, se las enviaba a John o a mi abogado. Te sorprendería
saber cuánto me ofendieron de manera inicial. Se reducía a "tú no sabes
de leyes, no puedo hablar contigo". Y les dije: "Muy bien, entonces
háblame de una manera en que pueda entenderlo. Yo también soy
directora".
Lennon: No podían soportarlo pero tenían que hacerlo porque ella es
la que nos representa (se ríe). Todos son hombres, ¿sabes? grandes y
gordos, hombres de vodka, hombres de gritos, como perros entrenados,
entrenados para atacar todo el tiempo. Recientemente, ella hizo posible
que ganáramos una buena suma de dinero que los benefició a todos ellos
y pelearon y pelearon para evitar que lo hiciera porque era su idea y
era mujer y no era profesional. Pero lo hizo y uno de los tipos le
dijo: "Bueno, Lennon lo hace de nuevo". Pero Lennon no tenía nada que
ver en eso.
Playboy: ¿Por qué están regresando al estudio y a la vida pública?
Lennon: Inhalas y exhalas. Nos sentimos con ganas de hacerlo y
tenemos algo que decir. También, Yoko y yo hemos intentado varias veces
hacer música juntos, pero eso fue hace mucho tiempo y la gente tiene
aún la idea de que The Beatles fueron algo sagrado y que no deberían
salir de su círculo. Fue difícil para ambos trabajar en ese entonces.
Creemos que la gente ya ha olvidado o ha crecido, así que podemos hacer
una segunda incursión al lugar en donde ella y yo estamos juntos,
haciendo música -simplemente eso-. No es como si yo fuera un príncipe
místico y maravilloso del mundo del rock 'n' roll que tiene sus
escarceos con la música acompañado de esta dama dragón oriental, la
cual fue la imagen que dio la prensa antes.
Playboy: Algunas personas te ha acusado de jugar con los medios.
Primero te recluyes, después hablas de manera selectiva con la prensa
porque va a salir un nuevo álbum tuyo.
Lennon: Eso es ridículo. La gente siempre ha dicho que John y Yoko
harían cualquier cosa por publicidad. En el artículo de Newsweek (29 de
septiembre de 1980) dice que el reportero nos preguntó: "¿Por qué te
enterraste?" Bueno, ella nunca lo preguntó de esa manera y yo nunca me
enterré. Sólo deje de hablar con la prensa. Tiene que se divertido. Me
llamaba a mí mismo Greta Hughes o Howard Garbo en ese periodo. Pero aún
así los chismes nunca cesaron. Nunca le dejamos de hablar a la prensa
pero parecía que se escribía más de nosotros cuando no hablábamos con
la prensa que cuando sí lo hacíamos.
Playboy: ¿Cómo te sientes en relación a toda la prensa negativa
que, en todos estos años, ha atacado a Yoko, tu dama dragón, como le
dices?
Lennon: Ambos somos personas sensibles y nos lastimaron mucho. No
pudimos entender por qué lo hicieron. Cuando te enamoras y alguien te
pregunta: "¿cómo puedes estar con esa mujer", tú dices: "¿qué quieres
decir?". Yo estoy con esta diosa del amor, el complemento de toda mi
vida. ¿Por qué dicen eso? ¿por qué quieren aventarle piedras o
castigarme por estar enamorado de ella? Nuestro amor nos ayudó a
sobrevivir estos ataques pero algunos de ellos fueron muy violentos.
Hubo algunas pocas veces que casi nos derrotan pero pudimos sobrevivir
y aquí estamos (ve hacia arriba). Gracias, gracias, gracias.
Playboy: ¿Pero qué hay del cargo de que John Lennon está bajo el hechizo de Yoko, bajo su control?
Lennon: Bueno, esa es basura. Nadie me controla. Soy incontrolable.
El único que me puede controlar soy yo, y eso es apenas posible.
Playboy: Aún así, mucha gente lo cree.
Lennon: Escucha, si alguien me va a impresionar, ya sea un
Maharishi o una Yoko Ono, llega el momento en que el emperador no tiene
ropa. Llega un punto en el cual yo voy a ver. Así que a todos aquellos
que están afuera pensando que tengo la lana sobre mis ojos, bueno, eso
es un insulto para mí. No porque piensen menos de Yoko, ya que ese es
su problema. ¡Lo que yo piense de ella es lo que cuenta! Por que,
chíngate hermano y hermana, no sabes qué es lo que está pasando. No
estoy aquí por ti. ¡Estoy aquí por mí, por ella y por el bebé!
Ono: Por supuesto, eso es un insulto total para mí.
Lennon: Bueno, tú has sido siempre insultada, mi querida esposa. Es natural.
Ono: ¿Por qué me debería molestar en controlar a alguien?
Lennon: Ella no me necesita.
Ono: Yo tengo mi propia vida.
Lennon: Ella no necesita a un Beatle. ¿Quién necesita a un Beatle?
Ono: ¿La gente cree que soy tan controladora? John duró dos meses
con el Maharishi. Dos meses. Debo de ser la mejor del mundo porque he
estado con él durante 13 años.
Lennon: Pero la gente lo dice.
Playboy: Ese es precisamente nuestro punto. ¿Por qué?
Lennon: Quieren atenerse a algo que nunca tuvieron, en primer
lugar. Cualquiera que proclame que tiene algún interés en mí como
artista individual o como parte de The Beatles no tiene entendimiento
alguno de nada de lo que he dicho si no puede darse cuenta de por qué
estoy con Yoko. Y si no lo pueden ver, no pueden ver nada. Sólo se
están masturbando... podría ser cualquiera. Mick Jagger o cualquier
otro. Déjenlos que se masturben con Mick Jagger, ¿Ok? Yo no lo
necesito.
Playboy: El apreciará eso.
Lennon: Yo absolutamente no lo necesito. Déjenlos perseguir a
Wings. Que se olviden de mí, que vayan tras Paul o Mick. Yo no estoy
aquí para eso. Si eso no es aparente en mi pasado, lo estoy diciendo en
negro y verde junto con todos los senos y los culos de la página 196.
Vayan a jugar con los otros muchachos. No me molesten. Vayan a jugar
con los Rolling Wings.
Playboy: ¿Tú...?
Lennon: No, espera un momento. Quedémonos aquí un segundo, a veces
no puedo dejar ir las cosas. (Está parado, subiéndose al refrigerador)
¡Nadie dijo nunca nada relacionado con que Paul me había hechizado o
que yo lo había hechizado a él! Nunca pensaron que era anormal en esos
días, dos tipos juntos o cuatro tipos juntos. ¿Por qué nunca
preguntaron el por qué no nos separábamos? ¿Me pregunto por qué están
solos tanto tiempo? Estuvimos más tiempo juntos en los primeros días
que John y Yoko: los cuatro dormíamos en el mismo cuarto, prácticamente
en la misma cama, en el mismo camión, vivíamos juntos noche y día,
¡comíamos, cagábamos y orinábamos juntos! ¿Me entiendes? ¡Hacíamos todo
juntos! Nunca nadie dijo nada sobre qué estábamos bajo un hechizo. Tal
vez dijeron que estábamos bajo el hechizo de Brian Epstein o de George
Martin (el primer manager y el primer productor de The Beatles,
respectivamente). Siempre habrá alguien que te haga algo. Ya sabes,
están felicitando a los Stones por estar juntos 112 años y
preguntándose al mismo tiempo por qué siguen juntos. ¿Qué no pueden
estar solos? ¿Tienen que estar rodeados de un grupo? ¿Está el pequeño
líder asustado de que alguien lo apuñale por la espalda? Esa será la
cuestión. Esa será una cuestión importante. Van ver a los Beatles y a
los Stones y todos ellos son reliquias. Los días en que todas las
bandas sólo estaban integradas por hombres serán archivados en carretes
de cintas. Estarán enseñando fotos de un tipo con lápiz de labios
contoneando su culo y los cuatro tipos con maquillaje negro en sus ojos
tratando de parecer sexy. Eso será una broma en el futuro, no una
pareja cantando juntos o viviendo y trabajando juntos. Está bien a los
16, 17 ó 18 años tener compañeros hombres e ídolos, ¿OK? Es tribal y es
parte de las pandillas y está bien. Pero cuando continúas haciéndolo a
los cuarenta, significa que todavía tienes 16 años en la mente.
Playboy: Empecemos por el principio. Cuéntanos la historia de cómo
el príncipe místico y maravilloso conoció a la dama dragón oriental.
Lennon: Fue en 1966 en Inglaterra. Alguien me dijo sobre un
"evento", sobre una artista japonesa avant-garde que llegaba desde los
Estados Unidos.
Estaba yo viendo en la galería y vi una escalera y me subí a ver
por un catalejo que estaba en la parte superior de la escalera -te
sentías como tonto- y sólo decía "Yes". Ahora, en ese tiempo, todo lo
avant-garde era destrozar un piano con un martillo y romper una
escultura y ser anti-, anti- anti- anti. Todo era un asunto negativo y
aburrido. Y sólo ese "Yes" me hizo quedarme en la galería llena de
manzanas y clavos. Había un letrero que decía "Clava un Clavo" así que
pregunté: "¿Puedo clavar un clavo?" pero Yoko dijo que no ya que el
show no abriría sino hasta el siguiente día. Pero vino el dueño y le
susurró: "Déjalo, es un millonario, podría comprarlo". Así que tuvieron
esta pequeña plática y ella finalmente dijo: "Ok, puedes clavar el
clavo por cinco chelines". Así que el culo astuto le dijo: "Ok, te daré
cinco chelines imaginarios y clavaré un clavo imaginario". Y así fue
como nos conocimos. Ahí es donde nuestras miradas se encontraron, ella
lo sintió, yo también, y como se dice en las entrevistas que damos, el
resto es historia.
Playboy: ¿Qué sucedió después?
Lennon: Por supuesto, yo era un Beatle pero las cosas habían
empezado a cambiar. En 1966, justo antes de conocernos, yo había estado
en Almería, España para hacer la película "How I Won The War". Me hizo
mucho bien estar lejos. Fueron seis semanas. Escribí "Strawberry Fields
Forever" ahí, por cierto. Me dio tiempo para pensar por mí, lejos de
los demás. Desde entonces, había estado buscando algún lugar donde ir,
pero no tenía el valor de realmente salirme y encaminarme y dejarlo
todo. Pero cuando me enamoré de Yoko, supe, Dios mío, esto es diferente
a todo lo que había conocido antes. Esto es otra cosa. Esto es más que
un disco de hits, más que un disco de oro, más que nada. Es
indescriptible.
Playboy: ¿Hubo conexión entre enamorarse de Yoko y el querer dejar a The Beatles?
Lennon: Como ya lo dije, ya había empezado a querer irme, pero
cuando conocí a Yoko fue para mí como cuando conoces a tu primera
mujer. Dejas a los cuates en el bar. No vuelves a jugar futbol. No
juegas pool o billar. Tal vez algunos tipos lo hacen en la noche del
viernes o algo así, pero una vez que encuentran a la mujer, los
muchachos dejan de tener interés en estar con sus cuates de la escuela.
"Esas campanas nupciales están separando mi antigua pandilla". Nos
casamos tres años después, en 1969. Ese fue el final de los muchachos.
Sólo que estos muchachos eran muy famosos y no sólo eran los muchachos
del barrio en el bar. Todo el mundo estaba molesto por eso. Nos
aventaron mucha mierda. Mucho odio.
Ono: Aún ahora, acabo de leer que Paul dijo: "Entiendo que quiera
estar con ella, pero ¿tiene que estar con ella todo el tiempo?".
Lennon: Yoko, ¿tienes que seguir cargando esa cruz? Eso fue hace años.
Ono: No, no, no. Lo dijo recientemente. Lo que quiero decir es que,
lo que sucedió con John fue como irse a la cama con este tipo que me
gustó y de repente, en la siguiente mañana, veo a estos tres familiares
políticos ahí parados.
Lennon: Yo siempre pensé que había algo entre líneas en la canción
"Get Back" de Paul. Una vez estábamos en el estudio grabándola y cada
vez que él cantaba la línea "Get back to where you once belonged", se
le quedaba viendo a Yoko.
Playboy: ¿Estás bromeando?
Lennon: No, pero tal vez él diga que estoy paranoico.
(La siguiente porción de la entrevista fue con Lennon solo)
Playboy: Este tal vez sea el momento de hablar de esos "familiares
políticos", como lo dice Yoko. John, se te ha preguntado mil veces
esto, pero ¿por qué es tan impensable que The Beatles quieran juntarse
de nuevo para hacer música?
Lennon: ¿Quieres que regresemos a mis días de la preparatoria? ¿Por
qué debemos regresar 10 años para ofrecerte una ilusión que yo se que
no existe? No puede existir.
Playboy: Entonces olvida la ilusión. ¿Qué tal sólo hacer buena
música de nuevo? ¿Le das crédito a The Beatles por hacer buena música?
Lennon: ¿Por qué deberían dar más los Beatles? ¿No lo dieron todo
en 10 años? ¿No se dieron a sí mismos? Eres como el típico fan que ama
y odia que dice: "Gracias por todo lo que hiciste por nosotros en los
sesenta, ¿me darías otra oportunidad? ¿sólo un milagro más?".
Playboy: No estamos hablando de milagros, sólo de buena música.
Lennon: Cuando Rodgers trabajó con Hart y después con Hammerstein,
¿piensas que se debió haber quedado con uno en lugar de trabajar con el
otro? ¿Debieron Dean Martin y Jerry Lewis haberse quedado juntos porque
a mí me gustaba como era cuando estaban juntos? La idea Beatle completa
era hacer lo que querías, ¿no? Toma tu propia responsabilidad.
Playboy: Esta bien, pero regresando a la música, ¿no estás de
acuerdo que The Beatles crearon el mejor rock 'n' roll que se ha
producido?
Lennon: No estoy de acuerdo. The Beatles, verás... estoy demasiado
involucrado en ellos de manera artística. No puedo verlos de manera
objetiva. No puedo escucharlos de manera objetiva. No estoy satisfecho
con ningún chingado disco de The Beatles. No hay un sólo disco de ellos
que yo haría de nuevo -incluyendo todos los discos de The Beatles y
todos mis discos como solista-. Así que no puedo ponderar lo que son
The Beatles. Cuando yo era un Beatle pensaba que éramos el mejor grupo
pop o algo así. Pero me pones esas canciones hoy y quiero rehacer cada
una de ellas. No existe una sola... Escuché "Lucy In The Sky With
Diamonds" en el radio anoche. Es abismal, ¿sabes? La canción es
simplemente terrible. Quiero decir, es buena, pero no fue hecha de la
manera apropiada, ¿me entiendes? Pero ese es el viaje artístico, ¿no?
Eso es por lo que continúas adelante. Pero regresando a tu pregunta
original sobre The Beatles y su música, la respuesta es que hicimos
algunas cosas buenas y otras malas.
Playboy: Mucha gente siente que ninguna de las canciones de Paul
como solista se ha equiparado con las canciones que hizo como Beatle.
¿Piensas tú honestamente que cualquiera de tus canciones -de los discos
de la Plastic Ono Band- tendrán la huella permanente de "Eleanor Rigby"
o "Strawberry Fields"?
Lennon: "Imagine", "Love" y esas canciones de la Plastic Ono Band
se equiparan a cualquier canción que escribí cuando era un Beatle.
Ahora, tal vez te tomará 20 ó 30 años en apreciarlas, pero el hecho es
que si las ves entonces, te darás cuenta que son tan buenas como
cualquier cosa que fue hecha en algún momento.
Playboy: Parece como si trataras de decirle al mundo: "Sólo fuimos
una buena banda que hizo buena música" mientras que el resto del mundo
dice: "No fue sólo buena música, fue la mejor".
Lennon: Bueno, si fue la mejor, ¿que?
Playboy: Así que...
Lennon: ¡No puede volver a ser! Todos hablan de algo bueno que
terminó como si se acabara el mundo. Pero cumpliré cuarenta cuando esta
entrevista salga. Paul tiene 38. Elton John, Bob Dylan, todos somos
relativamente jóvenes. El juego no ha terminado. Todos hablan en
términos del último disco o del último concierto de The Beatles, pero
Dios mediante, habrán otros cuarenta años de productividad. No estoy
juzgando si "I Am The Walrus" es mejor o peor que "Imagine". Eso lo
deben juzgar otros. Yo lo estoy creando. Yo lo creo. No me paro atrás y
juzgo.
Playboy: Sigues diciendo que no quieres regresar 10 años, que hay
demasiado que ha cambiado. ¿No sientes que sería interesante, no
cósmico sino interesante, juntarse, con todas sus nuevas experiencias,
y combinar sus talentos?
Lennon: ¿No sería interesante traer a Elvis de regreso a su periodo
con Sun Records? No lo se. Pero estoy contento con escuchar sus discos
de esa época. No quiero sacarlo de la tumba. The Beatles no existen y
nunca más podrán existir. John Lennon, Paul McCartney, George Harrison
y Richard Starkey podrían montar un concierto, pero nunca serían The
Beatles cantando "Strawberry Fields" o "I Am The Walrus" de nuevo
porque ya no tenemos 20 años. No podemos ser ellos de nuevo ni lo puede
ser la gente que nos escucharía.
Playboy: ¿Pero no eres tú el que le está dando demasiada
importancia? ¿Qué tal si fuera sólo por diversión nostálgica? ¿Cómo una
reunión de ex alumnos de una escuela?
Lennon: Yo nunca fui a las reuniones de ex alumnos. Mi política es,
fuera de la vista, fuera de la mente. Esa es mi actitud en cuanto a la
vida. Así que no tengo romanticismo sobre cualquier parte de mi pasado.
Pienso en el pasado en términos de placer o en términos de lo que me
ayudó a crecer psicológicamente. Esto es lo único que me interesa sobre
el ayer. No creo en el ayer, por cierto. Tú sabes que no creo en el
ayer. Sólo me interesa lo que hago hoy.
Playboy: ¿Y qué hay de la gente de tu generación, los que sintieron
que un cierto tipo de música -y espíritu- murió cuando The Beatles se
separaron?
Lennon: Si no entendieron a The Beatles y la década de los sesenta,
entonces, ¿qué demonios podemos hacer por ellos ahora? ¿Tenemos que
dividir el pescado y el pan para las multitudes de nuevo? ¿Tendremos
que ser crucificados otra vez? ¿Tenemos que caminar en agua de nuevo
porque una pila de tonto no lo vieron por primera vez o porque no lo
creyeron cuando lo vieron? Tal vez por eso están pidiendo: "Bájate de
la cruz. No entendí todavía la primera parte, ¿puedes hacerlo de
nuevo?". De ninguna manera. No puedes regresar a casa. No existe.
Playboy: ¿Piensas que el clamor para una reunión de The Beatles ha muerto?
Lennon: Bueno, escuché algunas cosas de The Beatles en el radio el
otro día y oí "Green Onion"... no, "Glass Onion", ¡no me acuerdo de mis
propias canciones! La oí porque era una canción rara...
Playboy: Esa fue la que contribuyó al mito de "Paul McCartney está muerto" debido a la línea: "la morsa es Paul".
Lennon: Sí. Esa línea fue un chiste, ¿sabes? Esa línea fue escrita
en parte porque me sentía culpable porque estaba con Yoko, y sabía que
finalmente estaba seco y elevado. En una forma perversa, fue una manera
de decirle a Paul: "Toma esta migaja, toma esta ilusión, toma esta
línea, porque te voy a dejar". De todas maneras, es una canción que no
tocan regularmente. Cuando una estación de radio ofrece un fin de
semana de Beatles, usualmente tocan 10 canciones: "A Hard Day's Night,"
"Help!," "Yesterday," "Something," "Let It Be"... tú sabes, hay mucho
material de calidad pero sólo escuchamos 10 canciones. Así que el DJ
dijo: "Quiero agradecer a John, Paul, George y Ringo por no reunirse de
nuevo y echar a perder algo bueno". Pensé que era un buen signo. Tal
vez la gente ya está entendiendo.
Playboy: Además de los millones que te han ofrecido para un
concierto de reencuentro, ¿que te pareció la generosa oferta de $3,200
para que aparecieran juntos en el programa "Saturday Night Live" hace
unos años?
Lennon: Ah, sí. Paul y yo estábamos juntos viendo el programa. El
estaba de visita en nuestro departamento del Dakota. Lo estábamos
viendo y casi les caemos en el estudio, sólo como broma. Casi nos vamos
en taxi para allá pero en realidad estábamos muy cansados.
Playboy: ¿Cómo fue que Paul y tú estaban viendo la televisión juntos?
Lennon: Ese fue un periodo en el cual Paul venía constantemente con
una guitarra. Lo dejaba entrar pero finalmente le dije: "Por favor,
háblame antes de venir. Ya no estamos en 1856 y pararse en la puerta ya
no es lo mismo. Sólo háblame antes". Se molestó por mi comentarios pero
no se lo dije en mal plan. Lo que le quise decir es que me estaba
encargando del bebé todo el día y tenía que lidiar con un tipo que
aparecía en la puerta. Bueno, de regreso a esa noche, él y Linda
llegaron y yo estaba sentado viendo el programa y Paul dijo: "Ja! ¿No
sería divertido ir?". Pero no fuimos.
Playboy: ¿Fue esa la última vez que viste a Paul?
Lennon: Sí pero no fue mi intención.
Playboy: Te preguntamos porque siempre hay mucha especulación sobre
si los fabulosos cuatro son enemigos a muerte o los mejores amigos.
Lennon: Ni uno ni otro. No he visto a ninguno de los Beatles por no
se cuánto tiempo. Alguien me preguntó sobre qué pensaba del último
álbum de Paul y yo comenté que parecía que Paul estaba deprimido y
triste. Pero después me di cuenta que no había escuchado el álbum
completo. Escuché una canción -el hit "Coming Up", que pienso que es
una buena pieza. Después oí alguna otra que sonaba como si él estuviera
deprimido. Pero no sigo su trabajo. No sigo a Wings. No me importa lo
que Wings esté haciendo o qué está haciendo el nuevo álbum de George o
lo que está haciendo Ringo. No me interesa, no más de lo que estoy
interesado en lo que están haciendo Elton John o Bob Dylan. No es
insensibilidad, es sólo que estoy muy ocupado viviendo mi propia vida
para estar siguiendo lo que la otra gente hace, sea The Beatles o la
gente con la cual fui a la escuela o la gente con la que tuve
relaciones intensas antes de conocer a The Beatles.
Playboy: Además de "Coming Up", ¿que opinas del trabajo de Paul desde que dejó a The Beatles"?
Lennon: Siento cierta admiración por cómo Paul empezó de cero,
formando una nueva banda y tocando en salones de baile pequeños porque
eso es lo que quería hacer con The Beatles. Quería que regresáramos a
los salones de baile y que experimentáramos eso de nuevo. Pero yo no lo
hice. Ese fue uno de los problemas, de cierta manera, que él quería
volver a vivir todo o algo, no se lo que era. Pero en cierta forma
admiro que se haya bajado de su pedestal... ahora ya regresó a él de
nuevo, pero hizo lo que quería hacer. Eso está bien, únicamente no es
lo que yo quería hacer.
Playboy: ¿Y qué hay de su música?
Lennon: "The Long And Winding Road" fue su última bocanada de aire. Aunque en realidad no he escuchado nada suyo.
Playboy: Dices que no has escuchado el trabajo de Paul y que no has hablado con él desde esa noche en tu departamento...
Lennon: Hablar realmente con él, no, esa es la palabra operativa.
No he hablado realmente con él en 10 años. Debido básicamente a que no
he estado con él. He estado haciendo otras cosas y él también. Tú
sabes, el tiene como 25 hijos y como 20 millones de discos en el
mercado, ¿cómo podría gastar su tiempo en platicar? Siempre está
trabajando.
Playboy: Hablemos del trabajo que hicieron juntos. En términos
generales, ¿cuanto contribuyó cada uno de ustedes al equipo formado por
Lennon-McCartney?
Lennon: Bueno, podrías decir que el aportó una ligereza, un
optimismo, mientras yo siempre me iba por la tristeza, la discordia, un
cierto dejo de tristeza. Hubo un periodo en el cual yo no escribí
canciones pero Paul las escribió y yo sólo aporte puros gritos de rock
'n' roll. Pero, por supuesto, cuando pienso en algunas de mis propias
canciones -"In My Life" o algunas anteriores como "This Boy"- yo estaba
escribiendo la melodía con el mejor de ellos. Paul estaba capacitado,
tocaba muchos instrumentos. Decía: "¿Por qué no cambias eso? Has
incluido esta nota 50 veces en la canción". Tú sabes, agarraba una nota
y me la llevaba todo el tiempo. Por otra parte, yo era el que sabía
hacia donde ir con una canción, una historia que Paul había empezado.
En muchas de las canciones mi aportación fue el "ocho intermedio", (2)
el puente.
Playboy: ¿Por ejemplo?
Lennon: Por ejemplo, "Michelle". Paul y yo estábamos hospedados en
algún lugar y el caminó y tarareó los primeros acordes, con las
palabras, tú sabes (empieza a cantar un verso de "Michelle",
y dice: "¿Hacia dónde sigo?". Yo había estado escuchando a la cantante
de blues, Nina Simone, que cantaba algo como "I Love You" en una de sus
canciones y me hizo pensar en el ocho intermedio para "Michelle" (y
canta): "I love you, I love you, I l-o-ove you...".
Playboy: ¿Cuál era la diferencia en términos de componer la letra?
Lennon: Yo siempre la tuve más fácil con las letras, aunque Paul es
un letrista muy capaz que no piensa que lo sea. Así que no le busca por
ahí. Más que enfrentar el problema, lo evita. "Hey Jude" es un buen
conjunto de letras. Yo no contribuí a la letra ahí. Y un par de líneas
que ha sacado me indican que es un buen letrista. Pero no lo ha llevado
a ningún lado. Aún en esos días, no nos preocupaba la letra siempre y
cuando la canción tuviera un tema vago, ella te ama, el lo ama, todos
se aman. Era el gancho, la línea y el sonido lo que buscábamos. Esa es
aún mi actitud pero no puedo dejar las letras solas. Todavía tengo que
hacer que tengan sentido al ser aisladas de las canciones.
Playboy: ¿Cuál es un ejemplo de una letra en la que tú y Paul hayan trabajado juntos?
Lennon: En "We Can Work It Out", Paul hizo la primera mitad, yo
hice el ocho intermedio. Ahí tienes a Paul escribiendo: "We can work it
out/We can work it out", bien optimista y tú sabes, yo todo impaciente:
"Life is very short and there's no time/For fussing and fighting, my
friend....".
Playboy: Paul cuenta la historia y John hace filosofía.
Lennon: Claro, Bueno, siempre fue así. Yo era así antes de The
Beatles y después de The Beatles. Siempre pregunté por qué la gente
hace cosas y por qué la sociedad era como era. No sólo la acepté por lo
que aparentemente estaba haciendo. Siempre vi debajo de la superficie.
Playboy: Cuando hablas de que trabajaban juntos en una letra de un
sencillo como "We Can Work It Out", se da por entendido que tú y Paul
trabajaron de manera más compenetrada de lo que has admitido en el
pasado. ¿No has dicho que tú escribiste la mayoría de canciones de
manera separada a pesar de poner los dos nombres en la autoría de las
canciones?
Lennon: Si, estaba mintiendo (se ríe). Eso fue cuando me sentía
resentido así que sentí que hacíamos todo separados. Pero de hecho,
muchas de las canciones que hicimos fue de cara a cara.
Playboy: Pero muchas de ellas fueron hechas por separado, ¿no?
Lennon: Sí. "Sgt. Pepper" fue idea de Paul y recuerdo que trabajó
mucho en ella y de repente me llamó al estudio, dijo que era tiempo de
escribir algunas canciones. Con "Pepper" teníamos la presión de sólo
tener 10 días y pude sacar "Lucy In The Sky" y "Day In The Life". No
nos comunicábamos demasiado. Y después, eso fue lo que hizo resentirlo.
Pero ahora entiendo que sólo fue el mismo juego competitivo todo el
tiempo.
Playboy: Pero el juego competitivo fue bueno para ustedes, ¿no?
Lennon: En los primeros días hacíamos un récord de 12 horas o algo
así, ya que querían un sencillo cada tres meses y teníamos que escribir
en el cuarto de hotel o en una camioneta. Así que la cooperación era
funcional así como musical.
Playboy: ¿No piensas que tal cooperación, la magia entre ustedes, es algo que falta en tu trabajo desde entonces?
Lennon: Nunca he sentido la pérdida. No quiero sonar negativo, como
si no necesitara a Paul, porque cuando él estaba ahí obviamente
funcionaba. Pero no puedo... Es más fácil decir lo que yo le di que lo
que el me dio a mí. Y el diría lo mismo.
Playboy: De manera rápida y mientras estamos en el tema de las
letras y tu resentimiento en contra de Paul, ¿qué te hizo escribir "How
Do You Sleep?", que dice: "Esos locos tenían razón cuando dijeron que
habías muerto" y "Lo único que hiciste fue Yesterday/Y desde que te
fuiste, sólo eres Another Day"?
Lennon: (Sonríe) Tú sabes, no me sentía tan vicioso en ese tiempo.
Pero usaba mi resentimiento en contra de Paul para crear una canción,
pongámoslo de esa manera. El vio que la canción obviamente se refería a
él y la gente me siguió preguntando sobre eso. Pero también hubo
referencias en su álbum antes del mío. El es tan obscuro que la gente
no se dio cuenta, pero yo las escuché. Y pensé, bueno, yo no soy
obscuro, yo voy directo al punto. Así que él lo hizo a su manera y yo
lo hice a la mía. Pero en relación a la línea que mencionaste, sí,
pienso que de alguna manera, a Paul se le murió la creatividad.
Playboy: A lo que estamos llegando es a que tú dices que lo que has
hecho desde The Beatles se mantiene bien, ¿pero no sería posible que
con todos ustedes se de el caso de que el total de la creatividad sea
mejor que las partes?
Lennon: Yo no se si lo puedas entender: cuando The Beatles tocaron
en los Estados Unidos por primera vez, tocaron a la manera artesanal.
Quiero decir que ya eran manos viejas. La frescura se había ido de
nuestras interpretaciones hace mucho tiempo. En el mismo respecto, la
creatividad para componer nos había abandonado a Paul ya mí a la mitad
de los sesentas. Cuando escribíamos juntos en los primeros días era
como el inicio de una relación. Mucha energía. En el periodo de "Sgt.
Pepper" y "Abbey Road" la relación ya había madurado. Tal vez si
hubiéramos seguido juntos, muchas cosas interesantes habrían salido,
pero no hubiera sido lo mismo.
Playboy: Vamos con Ringo. ¿Qué opinas de él musicalmente?
Lennon: Ringo era una estrella por derecho propio en Liverpool
antes de que lo conociéramos. El era un baterista profesional que
cantaba e interpretaba y tenía su tiempo y además estaba en uno de los
grupos más importantes de la Gran Bretaña, pero especialmente en
Liverpool, todo esto antes de que tuviéramos un baterista. Así que el
talento de Ringo hubiera salido de alguna u otra manera. No se en qué
hubiera terminado, si en la actuación, como baterista o como cantante,
no lo se, pero hay algo en él que implica proyección y el hubiera
destacado con o sin The Beatles. Ringo es un muy buen baterista. No es
técnicamente bueno, pero creo que la forma de tocar de Ringo está
desvalorada tal como está la de Paul con el bajo. Paul fue uno de los
bajistas mas innovadores. Y la mitad de las cosas por las que está
pasando ahora es consecuencia directa de su periodo con The Beatles. Es
un egomaniaco sobre todo lo que se relaciona con el, pero siempre fue
modesto en relación a su forma de tocar el bajo. Creo que Paul y Ringo
están al nivel de cualquier músico de rock. Ninguno de nosotros podía
leer su música. Ninguno podía escribirla. Pero como músicos puros, como
seres humanos inspirados para hacer ruido, son tan buenos como
cualquier otro.
Playboy: ¿Y qué opinas de la música solista de George?
Lennon: Creo que "All Things Must Pass" fue buena. Sólo que era muy larga.
Playboy: ¿Cómo te sentiste en relación a la demanda que perdió
George que decía que "My Sweet Lord" es una copia de la canción de las
Shirelles (sic), "He's So Fine"?
Lennon: Bueno, el camino directo a ella. El sabía lo que estaba haciendo.
Playboy: ¿Estás diciendo que plagió de manera consciente la canción?
Lennon: El debió haberlo sabido. El es inteligente. De hecho, es
irrelevante, sólo vale a nivel monetario. Podía haberle cambiado un par
de acordes a la canción y nadie lo habría notado, pero la dejó ir y
pagó el precio. Tal vez pensó que Dios le daría chance. (A la impresión
de esta entrevista, la corte ha encontrado a George culpable de plagiar
de manera "subconsciente" la canción pero no ha dictado sentencia sobre
los daños).
Playboy: De hecho, no has mencionado mucho a George en esta entrevista.
Lennon: Bueno, el libro de George, "I, Me, Mine", me lastimó así
que este mensaje va para él. El sacó un libro de su vida en donde, por
omisión, señala que mi influencia en su vida es absolutamente nula. En
su libro, que claramente está diseñado para mostrar sus influencias en
cada canción que escribió, recuerda cada músico o guitarrista de poco
valor que conoció en los años subsecuentes, pero yo no estoy en el
libro.
Playboy: ¿Por qué?
Lennon: Porque la relación entre George y yo fue aquella de un
seguidor joven con alguien mayor. El tiene tres o cuatro años menos que
yo. Es una relación amor-odio y creo que George todavía resiente que yo
haya sido el papá que dejó el hogar. El no estaría de acuerdo con lo
que te estoy diciendo, pero es lo que yo siento al respecto. Yo me
sentí lastimado. Me dejó a un lado, como si yo no existiera. No quiero
ser tan egocentrista, pero el fue un discípulo mío cuando empezamos. Yo
ya era un estudiante de arte cuando Paul y George estaban aún en la
secundaria (equivalente al highschool en los Estados Unidos). Existe
una vasta diferencia entre estar en la preparatoria y estar en la
universidad y yo ya estaba en la universidad y ya tenía relaciones
sexuales, ya bebía y hacía muchas cosas. Cuando George era un muchacho
nos seguía mucho a Cynthia, mi primera novia que después fue mi esposa,
y a mí. Salíamos de la escuela de arte y él estaba afuera como ahora
están todos esos muchachitos en la reja del Dakota. Recuerdo el día en
que llamó para pedir ayuda para "Taxman", una de sus mejores canciones.
Le di algunas líneas para ayudarlo con la canción porque eso fue lo que
pidió. No fue con Paul porque Paul no lo hubiera ayudado en ese
periodo. Yo no quería hacerlo. Pense: oh, no, no me digas que ahora
tengo que hacer el trabajo de George. Es suficiente con hacer mis cosas
y las de Paul. Pero porque lo amaba y no quería lastimarlo cuando me
llamó esa tarde y dijo: "¿me ayudarías con esta canción?", me mordí la
lengua y le dije que sí. Había sido por mucho tiempo John y Paul y él
había sido mantenido afuera porque no era un compositor sino hasta ese
momento. Como cantante, sólo le dejábamos una canción de cada álbum. Si
escuchas los primeros álbumes de The Beatles, las versiones inglesas,
él sólo tenía una canción. Las canciones que él y Ringo cantaban al
principio eran las canciones que eran parte de mi repertorio en los
salones de baile. Yo solía escoger las canciones para ellos de mi
repertorio, las más fáciles de cantar. Así que estoy ligeramente
resentido por el libro de George. Pero no me malinterpretes. Aún amo a
esos tipos. The Beatles terminaron pero John, Paul, George y Ringo
seguirán.
Playboy: ¿No trabajaron los cuatro Beatles en una canción que escribiste para Ringo en 1973?
Lennon: "I Am The Greatest". Fue una frase de Muhammad Ali, por
supuesto. Era perfecta para que Ringo la cantara. Si yo dijera, "I Am
The Greatest" (Soy el Más Grande), todos lo tomarían muy en serio.
Nadie se molestaría si Ringo la cantara.
Playboy: ¿Disfrutaste tocar con George y Ringo de nuevo?
Lennon: Claro, excepto cuando George y Billy Preston empezaron a
decir: "Formemos un grupo, formemos un grupo". Me dio pena cuando
George me empezó a preguntar a mí. El estaba sólo disfrutando la sesión
y el ambiente era bueno pero yo estaba con Yoko. Tomamos tiempo de lo
que estábamos haciendo. El sólo hecho de que ellos pudieran pensar que
yo podría estar en un grupo de hombres sin Yoko... Aún seguía en sus
mentes.
Playboy: Sólo para terminar con tu tema favorito, ¿que hay de la
sugerencia de que los cuatro pusieran aparte sus sentimientos
personales y se reagruparan para dar un gran concierto de caridad, algo
que realmente fuera benéfico?
Lennon: No quiero tener nada que ver con esos eventos. He sido beneficiado hasta la muerte.
Playboy: ¿Por qué?
Lennon: Porque siempre hay fraudes. No he interpretado para mis
propias ganancias desde 1966, desde la última vez que actuaron The
Beatles juntos. Cada concierto desde entonces, Yoko y yo lo hicimos por
beneficencias específicas excepto por uno en Toronto que fue una
remembranza del rock 'n' roll. Cada uno de ellos fue un desastre o un
fraude. Así que ahora le damos dinero a quien queremos. ¿Has oído
hablar del diezmo?
Playboy: Es cuando das un porcentaje fijo de tu dinero.
Lennon: Sí. Lo voy a hacer, sólo que de manera privada. No me vas a
enclaustrar en el negocio de salvar al mundo en el escenario. El show
siempre es un desastre y los artistas siempre salen mal.
Playboy: ¿Pero qué hay del concierto de Bangladesh, en el cual tocaron George y otras personas, como Dylan?
Lennon: Bangladesh fue caca.
Playboy: ¿Te refieres a todos los cuestionamientos sobre a dónde fue el dinero?
Lennon: Claro. Ni siquiera puedo hablar de eso porque todavía es un
problema. Tendrás que checar con Mamá (Yoko) porque ella sabe los
vericuetos de eso, yo no. Pero fue un fraude. Así que olvídalo. Todos
ustedes que están leyendo esto, no se molesten en enviarme basura del
tipo "ven y salva a los indios, ven y salva a los negros, ven y salva a
los veteranos de guerra". Cualquiera que yo quiera ayudar será ayudado
a través de nuestro diezmo, que es el diez por ciento de lo que
ganamos.
Playboy: Pero eso no se compara con lo que un promotor, Sid
Bernstein, dijo que podrías ganar dando un concierto televisado a nivel
mundial, tocando separados, como individuos o juntos, como The Beatles.
El estimó que ustedes podrían ganar 200 millones en un día.
Lennon: Eso fue un comercial para Sid Bernstein escrito con
sentimentalismo judío e interpretación y lágrimas, hincado en una
rodilla. Fue Al Johnson. Ok. Así que no lo creo. Ok.
Playboy: Pero el hecho es, 200 millones para un país pobre de Sudamérica...
Lennon: ¿En dónde dice que The Beatles deben darle 200 millones a
Sudamérica? Estados Unidos le ha dado billones a lugares como ese. No
significa nada. Después de que se han comido la ayuda, ¿qué hacen? Es
un círculo. Puedes dar tu dinero para siempre. Después Perú, después
Harlem, después la Gran Bretaña. No hay un concierto único. Tendríamos
que dedicarnos el resto de nuestras vidas a una gira mundial de
conciertos y yo no estoy listo para eso. No en esta vida.
(Ono se vuelve unir a la conversación)
Playboy: Hablando de tu riqueza, el New York Post dijo recientemente que admitiste valer más de 150 millones, y....
Lennon: Nunca admitimos nada.
Playboy: El Post dijo que sí.
Lennon: Lo que diga el Post..... ok, somos ricos, ¿y qué?
Playboy: La pregunta es, ¿cómo puede eso convivir con tus filosofías políticas? Se supone que ustedes son socialistas, ¿no?
Lennon: En Inglaterra sólo puedes ser dos cosas: o estás en el
movimiento obrero o en el movimiento capitalista. O te vuelves un
supermillonario Archie Bunker si estás en la clase en la que yo estoy,
o te vuelves un socialista instintivo, lo que yo era antes. Esto
significaba que yo pienso que la gente debe conseguir dentaduras
postizas y cuidar su salud y todo lo demás. Pero aparte de eso, yo
trabajé por dinero y yo quise ser rico. Así que, qué demonios... si es
una paradoja, entonces soy un socialista. Pero no soy nada. Lo que
solía hacer era sentirme culpable sobre el dinero. Por eso lo perdí, ya
fuera por darlo o por permitirme a mí mismo que me jodieran los
llamados managers.
Playboy: Cual sea tu política, has jugado al capitalismo muy bien,
invirtiendo tus ganancias de The Beatles en propiedades, acciones...
Ono: No se niega que aún vivimos en un mundo capitalista. Creo que
con el fin de sobrevivir y cambiar al mundo tienes que cuidarte a ti
mismo primero. Tienes que sobrevivirte a ti mismo. Yo solía decírmelo,
soy la única socialista viviendo aquí. (Se ríe). No tengo un centavo.
Todo es de John, así que yo estoy limpia. Pero yo estaba usando su
dinero y tuve que enfrentar tal hipocresía. Solía pensar que el dinero
es obsceno, que los artistas no tenían que pensar acerca del dinero.
Pero la sociedad cambia y hay dos caminos a seguir: a través de la
violencia o a través del poder del dinero dentro del sistema. Muchas
personas en los sesenta se escondieron y se involucraron en bombazos y
en otro tipo de violencia. Pero ese no es el camino, definitivamente no
para mí. Así que para cambiar el sistema -aún si te vas a convertir en
un alcalde o algo así- necesitas dinero.
Playboy: ¿Hasta que punto juegas el juego sin quedarte atrapado en él -dinero, por el gusto del dinero, en otras palabras-?
Ono: Hay un límite. Probablemente sería paralelo a nuestro nivel de
seguridad. ¿Me entiendes? Quiero decir seguridad emocional también.
Playboy: ¿Han llegado ya a ese nivel?
Ono: No, todavía no. No se. Podría ser.
Playboy: ¿Quieres decir 150 millones? ¿Es éste un estimado exacto?
Ono: Yo no se cuánto tenemos. Se vuelve tan complejo que necesitas
10 contadores que trabajen contigo por dos años para averiguar cuánto
tienes. Pero digamos que nos sentimos más cómodos ahora.
Playboy: ¿Cómo han escogido invertir su dinero?
Ono: Para hacer dinero tienes que gastar dinero. Pero si vas a
hacer dinero debes hacerlo con amor. Yo amo el arte egipcio. Me aseguro
de obtener todo lo egipcio, no por su valor, sino por su poder mágico.
Cada pieza contiene cierto poder mágico. También con casas. Sólo compro
las que nos gustan, no las que la gente dice que son una buena
inversión.
Playboy: Los periódicos lo hicieron ver como si ustedes dos estuvieran comprando el litoral del océano Atlántico.
Ono: Si vieras las casas, entenderías. Se han convertido en una
buena inversión pero no son realmente una inversión hasta que las
vendes. No queremos venderlas. Cada casa es una marca histórica y son
muy hermosas.
Playboy: ¿Usan todas sus propiedades?
Ono: La mayoría de la gente tiene el parque para ir y para correr.
El parque es enorme. Pero John y yo no podemos ir al parque. Así que
tenemos que crear nuestros propios parques.
Playboy: Escuchamos que son dueños de 60 millones en vacas lecheras, ¿es esto cierto?
Ono: No lo se. No soy una calculadora. Ni sigo los números sino la excelencia de las cosas.
Lennon: Sean y yo nos fuimos por un fin de semana y Yoko vendió
esta vaca y me la pasé bromeando al respecto. No la habíamos visto por
días, se dedicó todo el tiempo a esto. Pero después leí el periódico y
decía que la había vendido por un cuarto de millón de dólares. Sólo
Yoko pudo haber vendido una vaca en esa cantidad. (Risas).
Playboy: Para una artista, tu forma de hacer negocios me parece sobresaliente.
Ono: Sólo estaba jugando ajedrez. Amo el ajedrez. Hago todo como si
fuera un juego de ajedrez. No sólo a nivel del juego Monopolio, sino
que es más realista. El ajedrez es más conceptual.
Playboy: John, ¿realmente necesitas tantas casas en el país?
Lennon: Son buenos negocios.
Playboy: ¿Por qué alguien necesitaría 150 millones? ¿No estarías perfectamente contento con 100 millones? ¿o un millón?
Lennon: ¿Qué sugieres que haga? ¿Dar todo y caminar por las calles?
Los budistas dicen: "Deshazte de las posesiones de la mente".
Deshacerme de todo el dinero no lograría eso. Es como The Beatles. No
podría salirme de The Beatles. Es una posesión que aún está en mí, ¿no?
Puedo salirme de una casa o de 400 casas pero no voy a poder escapar.
Playboy: ¿Cómo te escapas entonces?
Lennon: Toma tiempo deshacerse de toda esta basura que he estado
cargando y que influía en la manera en la que pienso y en la manera en
la que vivo. Tuvo mucho que ver con Yoko, que me mostró que aún esta
poseído. Me fui físicamente cuando me enamore de Yoko pero mentalmente
me tomó 10 años de pelear. Aprendí todo de ella.
Playboy: Lo haces sonar como si fuera una relación de maestra-alumno.
Lennon: Es una relación de maestra-alumno. Eso es lo que la gente
no entiende. Ella es la maestra y yo soy el alumno. Yo soy el famoso,
el que se supone que sabe todo, pero ella es mi maestra. Ella me enseñó
todo lo que se. Ella estuvo ahí cuando yo estaba en ningún lugar,
cuando era el hombre de ningún lugar (nowhere man). Ella es mi Don Juan
(en referencia al indio Yaqui de Carlos Castañeda). Eso es lo que la
gente no entiende. Estoy casado con el chingado Don Juan, es la parte
fuerte del asunto. Don Juan no tiene que reírse. Don Juan no tiene que
ser encantador. Don Juan sólo es. Y lo que suceda alrededor de Don Juan
es irrelevante para Don Juan.
Playboy: Yoko, ¿cómo te sientes de ser la maestra de John?
Ono: Bueno, él tenía mucha experiencia cuando me conoció, el tipo
de experiencia que yo no tenía, así que aprendí mucho de él. Es en
ambos sentidos. Tal vez es que yo tenía la fuerza, la fuerza femenina.
Porque las mujeres la desarrollan, en una relación. Creo que las
mujeres realmente tienen la sabiduría interior y que la llevan mientras
que los hombres tienen la sabiduría de lidiar con la sociedad ya que
ellos la crearon. Los hombres nunca desarrollaron la sabiduría
interior, no tuvieron tiempo. Así que la mayoría de los hombres
dependen de la sabiduría interior de la mujer, ya sea que lo expresen o
no.
Playboy: ¿Es Yoko la gurú de John?
Lennon: No, un Don Juan no tiene seguidores. Un Don Juan no sale en
los periódicos y no tiene discípulos y no hace proselitismo.
Playboy: ¿Cómo te ha enseñado ella?
Lennon: Cuando Don Juan dijo... cuando Don Ono dijo: "¡Salgan por
que no están entendiéndolo!", era como ser enviado al desierto. Y la
razón por la cual ella no me aceptaba de nuevo era porque yo no estaba
listo para regresar. Tenía que arreglar las cosas dentro de mí. Cuando
estuve listo para regresar, ella me dejó entrar. Y eso es con lo que
vivo.
Playboy: Hablas de la separación.
Lennon: Sí. Nos separamos a principios de los setenta. Ella me
sacó. De repente estaba yo sólo y a la deriva en medio del universo.
Playboy: ¿Qué sucedió?
Lennon: Bueno, al principio pensé ¡hurra!, ¡hurra!. Tú sabes, la
vida del soltero. ¡Hurra!. Pero después desperté un día y pensé; "¿Qué
es esto?". ¡Quería irme a casa! Pero ella no me dejó. Por eso estuvimos
separados 18 meses en lugar de 6. Nos hablábamos por teléfono todo el
tiempo y yo le decía: "No me gusta esto, me estoy metiendo en
problemas, me gustaría ir a casa, ¿por favor?". Y ella contestaba: "No
estás listo para regresar a casa". ¿Y qué es lo que dices? Bueno, de
regreso a la botella.
Playboy: ¿Qué quería decir ella con eso de que no estás listo?
Lennon: Ella tiene sus formas, ya sean místicas o prácticas. Cuando
ella decía que no estaba listo, simplemente no estaba listo.
Playboy: ¿De regreso a la botella?
Lennon: Trataba de esconder mis sentimientos en una botella. Sólo
estaba loco. Fue el fin de semana perdido que duró 18 meses. Nunca
había bebido tanto en mi vida. Traté de ahogarme en una botella y fue
de los bebedores más grandes del negocio.
Playboy: ¿Cómo cuales?
Lennon: Como Harry Nilsson, Bobby Keyes, Keith Moon. No podíamos
salir de eso. Estábamos tratando de matarnos. Creo que Harry lo sigue
intentando, pobre tipo... Dios te bendiga, Harry, dondequiera que
estés. Pero yo estaba tratando de salirme de eso porque alguien se iba
a morir. Bueno, pues fue Keith. Era algo así como, ¿quién se va a morir
primero? Desafortunadamente ese fue Keith.
Playboy: ¿Por qué esa auto destrucción?
Lennon: Por mí, fue por estar lejos. No lo pude soportar. Ellos
tenían sus propias razones y era algo así como "ahoguémonos todos
juntos". Desde donde yo estaba sentado se veía así. Mat
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